lunes, 23 de abril de 2012

Cap 6. Sol

¡Hola! Bueno cómo veréis este capitulo es un poco más largo, porque en mi ciudad esta semana hay vacaciones y me voy a ir de viaje, así que no voy a poder subir ninguno, pero os prometo que cuando vuelva subiré uno muy largo o, incluso dos capítulos. Sólo era para avisaros de eso, así que...
Espero que os guste.
P.D: Ahora las chicas hablan con los chicos en inglés, pero entre ellas lo hacen en español. Besitos :)


Espera, ¿qué?, no, no podían ser ellos, simplemente no podían, ladeo la cabeza y veo a María, mirándome con una mezcla de emoción y desconcierto en su mirada. Veo como cierra los ojos  y aprieta sus párpados agarrándome la muñeca con una mano y sujetando su preciado bote con la otra.  Los abre y me sonríe, sé que está dispuesta a averiguar si son ellos, da uno, dos, tres y cuatro pasos arrastrándome con ella. Por supuesto que son ellos, puedo reconocer perfectamente  los pequeños rizos y su adorable marca en el cuello de Liam, y el mar de los ojos de Niall, aunque aún estemos a unos cuantos pasos de ellos. María dio dos pasos más despacio,  con miedo de que fueran a salir corriendo o simplemente fuera un sueño. Paró y me coloqué a su lado levantando la vista del suelo, en ese momento vi cómo Liam, sí,  mi queridísimo Liam me miraba fijamente a los ojos, cómo si me estuviese interrogando, respiré profundamente bajando la vista y me decidí a hablar.

Liam

Paré de reír y le di un suave codazo a Niall para que hiciera lo mismo, podía ver claramente en los ojos de la chica de pelo negro emoción y al mismo tiempo algo como desconcierto. Sonreí al ver que cerraba los ojos y daba pasos hacia delante decidida. A su lado venía una chica un poco más alta que ella, con un largo pelo marrón clarito, con algunos mechones rubios, y por qué no decirlo, un buen cuerpo también. Pararon y pude ver los bellos rasgos en su cara marcada por unos preciosos ojos azules en los que me perdí. Pestañeé un par de veces y ví que me miraba de una forma tímida y emotiva. En ese momento bajó la vista, y dio un paso dispuesta a hablar y romper ese incómodo silencio.

Sol

-Hola- dijo mirando todavía al suelo.
-¡Hola!- dijeron los dos al mismo tiempo. Levanté la cabeza y les sonreí.
-Bueno, sé que esto ya os lo abran dicho miles de veces pero… ¡somos vuestras fans numero uno!- dije casi gritando.
-Ohhh, muchas gracias, para nosotros es muy importante que nos digáis eso, de verdad- dijo Niall agrandando su sonrisa.
En ese momento se acercó María y me agarró nuevamente la muñeca, pero esta vez mucho más fuerte cómo animándome a que continuara. Tomé aire y seguí.
-Yo, soy Sol y la chica que está al lado mía es María, pero cómo veis no puede hablar porque está a punto de darle algo- al decir esto último se rieron, mostrando sus perfectas dentaduras.
-Oye- dijo María dándome un codazo.

Así seguimos hablando y a lo tonto terminamos de hacer la compra juntos.

lunes, 16 de abril de 2012

Cap 5. María

Llegamos a un pequeño supermercado y entramos, no había casi nadie tan solo un par de personas apuradas por tener que ir a trabajar. Cogí  el  carrito y me adentré en los blancos pasillos seguida de Sol. De cada pasillo cogíamos las cosas que necesitábamos, carne, fruta, verdura, pescado, incluso productos de limpieza, con sus grandes etiquetas fluorescentes. Por fin llegamos a mi pasillo favorito, el de las galletas y chocolate. En seguida se me hizo la boca agua y me giré para ver a Sol mirándome con cara de susto, reí por un segundo y corrí arrastrando el carrito como una loca hacia la primera estantería, llena de galletas. Pegué un brusco frenazo y metí tres cajas a la vez de oreos, seguidas de otras dos de cookies. Después fui a la segunda estantería, chocolate. Cogí una bolsa de M&M y otra de conguitos, por último cogí el bote más grande de Nutella. Cuando lo iba a meter se acercó Sol.

-María, ya llevas demasiadas cosas- dijo detrás de mí.
-Nop- dije alargando la palabra.
-Yo creo que sí- puso su mano sobre el bote.
-No, no y no-dije quitándole la mano.

En ese momento empezó un tira y afloja acompañado de las palabras no y sí. Cuando estaba poniendo mi mejor cara de cachorrito oímos unas suaves carcajadas que nos hizo girarnos.

Niall

Abrí los ojos rápidamente cuando oí el atronador sonido de mi despertador, lo miré, las 8 de la mañana, perfecto, fui al cuarto de baño y me di una ducha rápida para despejarme. Me puse unos vaqueros y una camiseta blanca, tapada por una de mis características sudaderas. Hoy era día libre, así que baje las escaleras sigilosamente, para no despertar a los demás que seguramente seguirían durmiendo cómo troncos. Llegué a la cocina y me asomé, ahí estaba Liam de espaldas apuntando algo en un papelito.

-¡Buh!- dije y me empecé a reír por el brinco que había pegado.
-No hace gracia, Niall- dijo serio mirando el interior de la nevera.
-No me digas que no hay comida-dije mirando la lista de la compra que segundos antes había sido un pequeño papelito.
-Pues no, y conociéndote a ti y a los demás diría que tengo que ir a comprar algo si no quiero que me matéis- dijo sonriendo burlón. -¿Quieres venir conmigo?
-Claro, no tengo nada que hacer y así podré coger lo que quiera- dije recalcando las últimas palabras.
-Anda, vamos al pequeño supermercado de la entrada al centro, seguramente allí no haya nadie, y podamos hacer la compra tranquilos.

Asentí, y abrí la puerta cogiendo mi bufanda del perchero, esperé a que Liam se pusiera los zapatos y cerré la puerta detrás de él. Ese supermercado estaba cerca de nuestra casa así que tardamos muy poco en llegar, entramos y Liam me dio la lista con la intención de coger él el carrito. Yo iba cogiendo las cosas apuntadas en la lista y Liam me seguía empujando un carrito que poco a poco se iba llenando, después de una hora eterna llegamos a mi pasillo favorito: chocolate y galletas. Justo en el momento en el que iba a meter dos cajas de oreos vi a unas chicas que estaban discutiendo por un bote de Nutella. Sonreí, no se podían parecer más a nosotros, la chica de pelo negro fue la que más me impresionó, estaba sosteniendo el bote cómo si fuese un bebé al que quisiera proteger, miré a Liam y no pudimos evitar soltar una carcajada.

martes, 3 de abril de 2012

Cap 4.Clara

Abrí  los ojos al sentir una mano en mi pecho y me incliné un poco encontrándome con una escena un tanto cómica: Cristina estaba tumbada en el borde de la cama en posición fetal, porque a su derecha y exactamente en el centro se encontraba Re con los brazos y piernas abiertos cómo si estuviera haciendo un ángel de nieve, solté una silenciosa carcajada  y giré la cabeza hacia la izquierda buscando mi reloj con la mirada. Las 7 y cuarto, me levanté y me puse mis zapatillas de conejitos ésas que le hacían tanta gracia a María pero que en realidad le encantaban y fui directa al cuarto de baño. Cogí mi bata del perchero al terminar y salí por la puerta cerrándola nuevamente. No quería volver a la cama así que baje las escaleras para ir al salón.
Encendí  la tele y me tumbé en el sofá haciendo zapping con el mando, nada aquí, nada allá, seguí así hasta que di con la TNT, estaban echando El Mentalista una de mis series preferidas.

Eran las 8 y media cuando sentí a alguien bajando las escaleras, pude distinguir a Sol riñendo a María por el ruido que estaba haciendo al bajar las escaleras, me empecé a reír.

-Hombre pero mira quien está aquí-dijo María.
-¿Es que ya una no puede relajarse viendo su serie favorita?-contesté volviéndome a reír.
-Más bien una de sus miles-respondió Sol.
En ese momento me di cuenta de que estaban vestidas.
-¿A dónde vais? Son sólo las 8 y media.
-Al supermercado, porque cómo éstas se levanten y no vean nada nos matan-respondió Sol.
-Lo que yo no sé es cómo María no te ha matado antes-respondí burlona, vi a María que me miró con mala cara para luego desternillarse de risa.
-Bueno… ¡hasta luego y llevamos llaves!-me dijeron las dos a la vez.

Les respondí con un hasta luego y volví a concentrarme en la serie que momentos antes habían interrumpido.

María

Salimos por la puerta y lo primero que hice fue apretarme la bufanda contra el cuello, no entendía cómo esta noche había hecho tanto calor y ahora hacía un frío de mil demonios, en fin memos mal que me había traído ropa de todo tipo gracias a mi madre. Llevaba puesto unos pantalones pitillos marrones con unas botas de borreguitos y en la parte de arriba una blusa blanca con un jersey de lana encima, acompañados por mi maxi bolso negro que utilizaba casi a diario. Sol no se quedaba atrás, llevaba un conjunto muy parecido al mío pero con un bolso menos grande y un gorrito de lana. Sin perder tiempo nos dirigimos al centro.