sábado, 31 de marzo de 2012

Cap 3. Cristina


El taxi fue disminuyendo la velocidad hasta que paró en una calle a pocos minutos del centro. Estaba formada por un conjunto de casas muy acogedoras con un pequeño jardín exterior rodeado de una pequeña valla blanca. Era de noche, por lo que la calle estaba desierta, iluminada por parejas  de farolas a metros de distancia. Nos bajamos enfrente de una casa grandecita con un tejado de color azul oscuro. María pagó al taxista y me dio la llave para que abriera la puerta de entrada. Cogí mi maleta seguida de Sol y empujé cuidadosamente la puertecita de la valla dejándome ver un caminito de piedra en el centro de dos pequeñas zonas de un césped verdísimo. Solté un “uau” y anduve hasta casi chocarme con dos pequeños escalones que subí para por fin meter la llave en la cerradura de aquella puerta que estaba deseando cruzar. Me di la vuelta para ver que las chicas me miraban con un gesto expectante esperando a que abriera de una vez esa puerta, lo hice y sólo pude avanzar un paso porque Sol ya se había tirado encima de mí harta de tanto esperar.

Sol

Me levanté del suelo gritando como una loca, desde luego no nos habíamos equivocado al elegir aquella casa. Estaba dividida en dos espaciosas plantas, la primera con las habitaciones de siempre: cocina, salón, un cuarto de baño y una pequeña sala que decidimos utilizar cómo gimnasio pero decoradas con unos tonos que hacían juego entre ellos, justo enfrente del pequeño recibidor se encontraba la escalera que conducía al segundo piso, subí corriendo para poder coger la mejor habitación sin que las otras se enterasen. Enfrente de mí se encontraba un largo pasillo con dos habitaciones a cada lado y una al final. Entré en la segunda a la derecha y observé todo con la boca abierta, tenía una gran cama de matrimonio y una pequeña mesilla de noche a cada lado, a mi derecha se encontraba un gran armario y a mi izquierda un pequeño pero nada agobiante cuarto de baño todo ello pintado de un mismo color, violeta, menos el cuarto de baño y el armario blancos completamente. Esa iba a ser la habitación de María y mía cómo habíamos decidido antes de salir de viaje.
Volví a salir al pasillo y entré en las otras cuatro que me quedaban, seguida por fin de las chicas. La del final del pasillo era un gran cuarto de baño con azulejos blancos y azules marinos, y las otras tres eran dormitorios iguales que el mío pero de distinto color. Dos de ellas eran para nosotras y la tercera de invitados, por si conocíamos a alguien y le queríamos invitar a casa según Clara. Decidimos repartirnos así Regina, Clara y Cristina en la primera habitación de la derecha, porque era la más grande y tenía una cama de matrimonio enorme en la que cabían perfectamente tres personas y María y yo en la segunda habitación de la derecha. Por último la habitación que sobraba la utilizaríamos para leer y relajarnos, porque tenía una biblioteca y unas preciosas vistas.
Nos cambiamos y nos metimos directamente en la cama, no teníamos hambre y mañana desempaquetaríamos las maletas.

viernes, 16 de marzo de 2012

Cap 2. Regina



Llegamos al aeropuerto y, después de despedirnos de los padres de María y de otras mil llamadas de mi madre y de la de Clara, Cristina y Sol, entramos en busca de algo para leer en el avión y comida. Clara y María se dirigieron hacia una pequeña zona de prensa, y Sol, Cristina y yo fuimos a por algo de comer y beber. Un cuarto de hora después, nos encontramos a Clara y María cargadas de revistas de todo tipo, pero sobre todo de las que había fotos en la portada o algún reportaje de One Direction. Nos empezamos a reír, aunque nosotras no éramos menos, Cristina se iba atiborrando con un paquete de conguitos, Sol llevaba una gran bolsa llena hasta arriba de nuestras chuches favoritas y yo arrastraba como podía las maletas de todas, así que debíamos parecer un circo andante.

Pasamos por la puerta de embarque hacia nuestro avión y nos situamos en nuestros asientos. En cuanto el avión despegó me puse los cascos del Ipod y cerré los ojos, preparándome para viajar por las nubes. Al segundo me quedé profundamente dormida.

2 horas después.

Me desperté escuchando un grito de Clara.

-¡Despierta dormilona¡

-¿Qué pasa?-dije pegando un gran brinco en mi asiento.

-Nada, nada es que ya estamos llegando-me respondió con una de sus risueñas carcajadas.

Me asomé por la ventana y vi un precioso paisaje verde con flores a los lados de la pista de aterrizaje, sonreí, no podía creer que estuviera allí.

Cuando el avión aterrizó nos levantamos rápidamente para ir a la zona de recogida de maletas, llegamos y las cogimos, no sin antes comprobar si le habían hecho un bollo a alguna. Salimos a la entrada del aeropuerto y respiramos profundamente tranquilizándonos con el aroma de la ciudad. Sol y Cristina llamaron a un taxi, mientras María sacaba un papelito de su maxi bolso con la dirección de la casa que habíamos alquilado para las cinco.

Nos montamos en un espacioso taxi de color negro con forma de Mini grande y María le dio la dirección de la calle al taxista con su perfecto inglés mientras sonreía. Por fin íbamos a ver la que sería nuestra casa por 3 meses, hasta que empezara la universidad y nos mudáramos al campus de ésta.




domingo, 4 de marzo de 2012

Cap 1. Maria


Era la primera vez que me levantaba tan temprano, apenas eran las 5 de la mañana cuando mi despertador sonó y oí varios gruñidos al lado mía, concretamente cuatro, que, cómo no, procedían de mis 4 mejores amigas. Me levanté de un salto, ignorándolas completamente y me dirigí a mi cuarto de baño. Hoy era el día que tanto esperábamos, por fin nos íbamos a mudar a Londres y, después del verano, íbamos a empezar la universidad. Lo conseguimos gracias a miles de horas insistiendo a nuestros padres, a nuestro amor por la ciudad, y… a nuestra obsesión por One Direction.


Media hora después, salí del cuarto de baño, lista para despertar del todo a esas cuatro marmotas. Cogí mí almohada y se la tiré a Clara que dormía plácidamente en un lado de mi cama, pero cómo no surgió efecto, decidí gritar:


-Díos mio, One Direction en la calle, ¡ahhhhh¡-Al segundo cuatro cabezas se irguieron y corrieron hacia la ventana.


-Que graciosilla eres ¿no?-dijo Cristina a la vez que se dirigía al cuarto de baño recogiéndose su pelo en una larga coleta castaña oscura. Re, Sol y yo bajamos a la cocina listas para hacer el desayuno mientras Clara le gritaba a Cristina para que saliera del baño.


Cuando terminamos de desayunar, ya eran las 6:30 y cómo el avión salía a las 10 las chicas se fueron a sus casas para empezar a hacer la maleta y ducharse. Mis padres no estaban en casa porque hoy volvían de un viaje de negocios a las 9:30, puntuales para llevarnos al aeropuerto.


Así que decidí ducharme, acompañada por mi Ipod y sus altavoces a todo volumen. Cuando terminé  me sequé mi larga melena negra y me puse unos pitillos negros con una camisa holgada blanca y unas bailarinas negras. Hice mi maleta en muy poco tiempo, porque la noche anterior ya había escogido la ropa que me iba a llevar, la cerré y empecé a maquillarme. No me gusta maquillarme mucho por lo que sólo me puse base, corrector, rímel y un poco de colorete. Cómo ya eran las 9 cogí todas las cosas necesarias de mi habitación y me despedí de ella. A las 9:15 recibí un mensaje de Re diciéndome que todas estaban en su casa, listas para venir hacia la mía .Le respondí con un OK y al segundo, mis padres entraron por la puerta, tan puntuales como siempre.


Dentro de muy poco comenzaría mi nueva vida.

Presentación.


Hola, holita lectorcitos!¡
Este es mi primer fic de One Direction, así que no me hagáis daño si me equivoco.
Bueno espero que os guste y si podeis me dejeis algún comentario.
Gracias :)