Era la
primera vez que me levantaba tan temprano, apenas eran las 5 de la mañana
cuando mi despertador sonó y oí varios gruñidos al lado mía, concretamente
cuatro, que, cómo no, procedían de mis 4 mejores amigas. Me levanté de un
salto, ignorándolas completamente y me dirigí a mi cuarto de baño. Hoy era el
día que tanto esperábamos, por fin nos íbamos a mudar a Londres y, después del
verano, íbamos a empezar la universidad. Lo conseguimos gracias a miles de
horas insistiendo a nuestros padres, a nuestro amor por la ciudad, y… a nuestra
obsesión por One Direction.
Media hora
después, salí del cuarto de baño, lista para despertar del todo a esas cuatro marmotas.
Cogí mí almohada y se la tiré a Clara que dormía plácidamente en un lado de mi
cama, pero cómo no surgió efecto, decidí gritar:
-Díos mio,
One Direction en la calle, ¡ahhhhh¡-Al segundo cuatro cabezas se irguieron y
corrieron hacia la ventana.
-Que
graciosilla eres ¿no?-dijo Cristina a la vez que se dirigía al cuarto de baño
recogiéndose su pelo en una larga coleta castaña oscura. Re, Sol y yo bajamos a
la cocina listas para hacer el desayuno mientras Clara le gritaba a Cristina
para que saliera del baño.
Cuando
terminamos de desayunar, ya eran las 6:30 y cómo el avión salía a las 10 las
chicas se fueron a sus casas para empezar a hacer la maleta y ducharse. Mis
padres no estaban en casa porque hoy volvían de un viaje de negocios a las
9:30, puntuales para llevarnos al aeropuerto.
Así que
decidí ducharme, acompañada por mi Ipod y sus altavoces a todo volumen. Cuando
terminé me sequé mi larga melena negra y
me puse unos pitillos negros con una camisa holgada blanca y unas bailarinas
negras. Hice mi maleta en muy poco tiempo, porque la noche anterior ya había
escogido la ropa que me iba a llevar, la cerré y empecé a maquillarme. No me
gusta maquillarme mucho por lo que sólo me puse base, corrector, rímel y un
poco de colorete. Cómo ya eran las 9 cogí todas las cosas necesarias de mi
habitación y me despedí de ella. A las 9:15 recibí un mensaje de Re diciéndome
que todas estaban en su casa, listas para venir hacia la mía .Le respondí con
un OK y al segundo, mis padres entraron por la puerta, tan puntuales como
siempre.
Dentro de muy
poco comenzaría mi nueva vida.
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